Me da mucha ternura pensar en mi trabajo , en estos vídeos caseros que les hacía grabar .
"Nuestro destino está en cambiar el destino de los demás" me decía.
Extraño trabajar .
Extraño a las personas que me acompañaban en cada aventura. Me pregunto si realmente sembré semilla.
Mi abuelo dice que una sola persona no puede contra el mundo. Le digo que no estoy luchando, que estoy haciendo equipo.
Piensa que soy ingenua.
A mi me gustan las personas. Me gusta lo que sueñan y lo que comparten.
Pienso mucho en hace unos meses, cuando vinieron a evaluarnos para el premio, recuerdo a los promotores y la forma en la que defendieron mi sueño que ahora era de todos.
Me conmovieron profundamente , no creo que haya otra cosa en la vida que quiera hacer, quiero seguir contagiando la fe.
Sé que todas estás cosas se quedarán en el pasado, que la gente dejará de recordar a la licenciada, pero los llevo conmigo, gracias a ellos he cambiado y nunca dejaré de sentirme responsable.
Ahora debo ir a otro lugar, debo trabajar en mi. En mi piel, en mi cabeza y en mi espíritu. Siento como si los abandonara. Pero solo me estoy haciendo cargo de mi misma. Alguien también tiene que cuidarme.
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