9.5.20

Bessie Means

 La historia de mi nombre carece de romance, mis padres dicen que lo leyeron en la esquela de un periódico, les gustó y así me nombraron. El nombre de una mujer muerta, pensé cuando me lo contaron. En la primaria los niños me decían Bessicleta, o Bessicula. Ahora me causa gracia y a veces así me llamo a mí misma. Bessicleta es un apodo bien bello.

Años más tarde descubrí que existieron otras Bessies, que si bien también muertas, nos dejaron cosas inmortales. Bessie Smith, "La emperatriz del blues" de los años 20´ me presentó la belleza del Delta del Missisipi. Y la crueldad de los humanos, pues murió víctima directa de la discriminación racial. Luego, conocí a Bessie Coleman, una aviadora civil estadounidense que fue rechazada por todas las escuelas de aviación de Estados Unidos, y sin embargo es recordada por ser la primera mujer afroamericana piloto y la primera persona de ascendencia afroestadounidense que obtuvo una licencia internacional.​​ No solo voló, sino que fundó una escuela para "enseñar a volar" a más afroamericanos. Murió, en un accidente, volando. A mí ahora no me parece un accidente, sino el destino de quien alzó tantas veces las alas.
A esas alturas de mi conocimiento sobre Bessies, mi nombre estaba ya muy bien reivindicado, poco a mucho el nombre de Bessie iba encontrando su luz en mi identidad. Fue entonces que sucedió algo extraordinario: una noche, mientras leía el feed de esta red social, me encontré con que había sido agregada a un grupo internacional de otras mujeres llamadas como yo. En el grupo mujeres de muchas nacionalidades compartían el significado de nuestro nombre. Entonces, por primera vez leí que mi nombre, el nombre que una mañana tras leer el periódico me habían puesto mis padres, tenía un significado realmente poderoso,
"Bessie means oath of God or God is satisfaction ( Greek, American and Hebrew meaning) Bessie means God is bountiful or God of plenty (English meaning) Bessie means Pledge to God."
Así fue que descubrí que mi nombre significa "Abundancia" y al mismo tiempo: "compromiso con Dios".
Hace unos días, en medio de esta distancia aparente en la que nos tiene la contingencia, Ana Paula Barragán me incluyó a un grupo de 21 meditaciones sobre la abundancia. Hoy es el día 11,
y estoy aprendiendo. Aprendo a ver la abundancia, el milagro de cada cosa, y de cada compañía. El regalo de cada ausencia, y voy entendiendo. Que todo nos ha sido dado, que hay que agradecer toda crisis, porque toda crisis encierra una bendición oculta. Que nunca hay una perdida sin una ganancia. Que si nos adentramos en los niveles más profundos del misterio, nos daremos cuenta que aún en el caos, todo está en el orden divino de las cosas.
Entonces entiendo, que todo lo que esta equilibrado evoca gratitud. Que cualquier desequilibrio era una ilusión. Que siempre ha existido el orden divino. Y que el agradecimiento es como todo, cuanto más se expresa, más se multiplica. He ahí la abundancia, y ahí el compromiso.
Así que gracias, a todos, a cada momento.
“Tus visiones se volverán claras solo cuando puedas mirar hacia dentro de tu propio corazón. El que mira hacia fuera, sueña; el que mira hacia dentro, despierta.”
C. G. Jung
Canción para leer este post: Bruce Springsteen - You're Missing

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