Cada día antes de dormir, Omar y yo nos damos "la bendición".
"Que estemos siempre juntos y felices", nos deseamos al final. Hemos aprendido a dominar el fuego, a domesticar los ojos y la lluvia, a nutrir nuestra raíz. Gozamos un amor que nos ha trascendido.
Soy feliz.
"¿Te imaginabas estar aquí? Yo sí, desde ese entonces. Intuía algo más allá de mis deseos y tus voluntades, siempre he pensado que esto va más lejos de nuestras opciones". O.
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