Oh Nia!

Querida Nia.

Te escribo desde donde he podido encontrar una conexión.
Hoy el día me amanece en medio de luces que se topan con dibujos plateados colgados de arboles con grandes brazos, debo decidir muchas cosas, como siempre, todas ellas son de vida o muerte, porque tú sabes que nosotras no podemos respirar lejos del fuego de colores , los pasos frescos sobre el río, los húmedos besos de amantes desmedidos, no Nia nosotras no. Nacimos sabes bien para los grandes actos, la prestidigitación que revoluciona la fe.

Hoy me he acordado de ti en cada pájaro que rompe el viento con su ansía indomable, y pienso, que ojalá nunca se acabe tu afán de penetrar el tiempo, las distancias, borrar y pintar fosforescencias en los cielos, crear mundos.


Que ojalá nunca me dejes sola en este ludismo que corrompe todo orden, que sopla cualquier arena y desdibuja realidades para crear las nuestras, a nuestra ley y salud , a nuestro fractal caótico que contagiamos de muerte a través de los besos sin moral, y ojos sin sueño


Yo te prometo desde acá que no olvidaré quienes seremos y para qué hemos nacido libres, ligeras , tempestuosas.

Y aun cuando ya no hay definiciones, tendré certeza de lo que he descubierto, y lo compartiré en la cima, como un pastelillo que se rompe a la mitad de una promesa firme y tierna, quitándonos las botas, regando el agua sobre nuestras cabezas, sonriendo al mirar las luces que abajo tranquilas nos celebran porque somos las dos desde ya y hasta la muerte carcajadas sonoras y dinamita que alarga horizontes , poros abiertos, causes de rio, veleros rompe vientos.

Contigo me encuentro Nia. Contigo en el aire que sopla , contigo en el reflejo del mar .

valientes