Niña roja

Nosotros , siempre nosotros ...más algunos amigos./(Roland Barthes)

“(…) Si Kafka no hubiera existido, habríamos tenido que inventarlo. El escritor italiano Pietro Citati (Florencia, 1930) simula precisamente eso: que se ha inventado un personaje llamado Kafka, y juega a seguirle meticulosamente los pasos a lo largo de lo que parece una novela pero también podría ser una biografía (para aquellos que piensen que Kafka existió) o bien un magnífico estudio de la historia del estilo literario del escritor de Praga, del  hombre que no soportaba la felicidad, porque temía que la alegría de vivir le hiciera desatender las voces de su destino literario, pues sabía que el derrotado en la vida, el muerto en la vida, el superviviente -como lo era él- siempre tiene una mirada más lúcida y penetrante y descubre todo lo que se halla oculto entre los escombros. 

Y es que, como nos dice Citati, la desesperación es el arma más potente del arte de la visión. Para poder escribir mejor, Kafka se entregó a ella (le dijo, por ejemplo, a Milena: ‘Angustia es mi naturaleza’), pero Kafka era un personaje mucho más complejo que todo eso y, en el fondo, aunque se sentía feliz de morir o de ser un muerto en la vida, o de no pertenecer a la especie humana, insinuaba con lamentos demasiado humanos su felicidad oculta, su mente lúcida, su nostalgia metafísica, y como señala Citati, todo lo que había en él de soberanamente quieto, ‘como el fénix que vive solo en el Indostán, sin hembra y sin hijos y cuando va a morir, envuelto en un montón de hojas de palmera, hace salir de los cien agujeros de su poci sonidos cada vez más tiernos, puros, doloridos y desgarradores’ (…).

Enrique Vila-Matas, El muerto en la vida (fragmento)

FUENTE

Vila-Matas, Enrique. Una vida absolutamente maravillosa: ensayos selectos. Barcelona: Radom House Mondadori, 2011

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