7.12.11

PECES*






-¿qué son los pájaros cuando la temperatura baja de cero grados sus voces sumergidas en el sueño?
-peces
Juan Andrés García Román





Querido Omar Alej

No había podido escribirte porque como sabes Bandung pasa por momentos difíciles.

El sol cada vez nos dura menos, uno tiene que ingeniárselas para hacer sus deberes, cepillarse el cabello, criar hongos, citar poesía, tender la cama, retar en duelo a muerte a los corruptos y premeditar la trayectoria de las aves en vuelo, todo esto en horario de invierno.

Me has contado de Camboya, me has contado tanto de Camboya que no puedo dejar de conmoverme. Yo nunca he salido de aquí, no sé cómo crecen las flores al otro lado del cerro, y aunque he conocido salmones en la enciclopedia ilustrada de la vieja biblioteca, nunca he tocado el agua del rio con los dedos de los pies para comprobar el curso de la corriente.

Y no es que me niegue con todo mí ser a admitir mi desatino de mirar el mundo desde este punto ciego donde nadie, nunca nadie me sospecha, pero sigo teniendo esta amarilla intuición de que allá afuera la gente me cambiaría el nombre para adjetivar sus miedosos apetitos. Y yo sabes, yo soy tan súper héroe. Que ni feisbuc ni alushe conocen mi identidad secreta.

Hay historias que se cuentan antes de ir a dormir, otras donde previamente te instruyen a que aprietes los ojos, digo esto y me avergüenzo de ser siempre la niña a la que besan la frente antes de embarcar a la guerra.

Escribo esta carta porque tenía que advertirte de algo que cambiará ferozmente la marcha de nuestra tregua, espero que estés sentado y tengas a bien tomar en serio este descubrimiento que alas 2 22 he decidido revelarte:


Querido Omar Alej. Eran verdaderas piedras lunares. Esas que robamos en bolsas. Y escondimos en la cajuela del auto. Él, al igual que nosotros, sus hijos, compartimos la ingenuidad de los terricolas emocionados por poseer un tesoro secreto. No había mentira en el recuerdo.

Este domingo mientras viajaba en carretera, mi padre me lo ha dicho.

Nunca ha sido una astucia adulta mi nostalgia de infancia. Y es que jamás, sabes, me atreví a preguntar, asumiendo todo engaño, todo engaño. Lo que creía fantasía era verdad científica y geológica. Heme aquí en medio del camino, yo, enana, pequeña, frágil carne diminuta, con un gorro y guantes para el frio dejando caer mi tasita de té, que ha resonado en cada polo del planeta, yo, que no estaba prevenida para este giro insospechado en el guión de mi novela autobiográfica.

He virado mi vista entre la oscuridad del cielo haciendo señas a los argonautas. Me he llevado las manos a la cara y he estirado mis pómulos con las uñas de los dedos hasta secar mis corneas, sigo aquí preguntando al universo en gritos sordos:

Y esta vez quien cuidará de nosotros?

Ha llegado a Bandung el cosmos de las entelequias asequibles, los niños crecidos que somos no estábamos preparados para asumir que no hay engaño en esperar más de la espera. Tantos mundos de sueño se han pensado posibles. Tantas dudas se han vuelto certezas cayendo como lluvia de estrellas tan cerca de nuestros ojos.

Firmo al calce cubriendo en las cobijas mi infinita sorpresa. En unos minutos trazaré más paciente figuras en el suelo con el palo de esta paleta que ahora paseo por la boca.

Envío un abrazo de los que no definen el curso de la historia, sino que se abren como paréntesis que cada uno dispone donde se tocan.

Tuya Bessie Lucrecia.

3 comentarios:

Deep Camboya dijo...

en Camboya tenemos como dicho una frase de alerta que usamos cuando el enemigo nos hiere <>

Aupa Bandung. Las tropas CAMBOYANAS ya embarcan al rescate.

Omar Alej.

Deep Camboya dijo...

Frase de alerta.- -Eres un poema escribiendo poesía-.

Deep Camboya dijo...

Dear Bessie.

http://somosdeepcamboya.blogspot.com/2011/12/palabras-en-bandung.html