11.1.16

JUVENTUD

El dolor es, en las almas superiores, una austera fuente de optimismo; porque ante la profundidad de los arcanos que el dolor descubre y ahonda, el alma exaltada y ardiente obtiene la orgullosa y suprema compensación de reconfortarse en sí misma y de sentir en las propias entrañas del martirio, la palpitación de una indestructible juventud.
«¿Cuan viejo soy realmente? Lo ignoro; así como lo joven que aún seré.»

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