6.11.12

MARIA BONITA

Guillermo me ha regalado esta canción.

Perder la cuenta de las veces que uno ha intentado cuidar de una planta y acaba convirtiédose sólo en un sembrador de semillas con esperanza inagotable, con voluntad insobornable.

 Pero en la playa también se duda. Y se quebrantan normas internas, instrucciones para el ferreo control de uno mismo. Se lee, se ama, se recuerda, se planea, se espera, se vence, se admite, se convierte uno en arena desplazada con suavidad de un montón a otro, en apariencia iguales, en esencia distintos.

Ventura Camacho

 

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