19.11.12

Mis caderas


Entiendo que te cause yo tan mala impresión y sobre todo que no veas la cantidad de cosas que callan las palabras, hace unos días habría puesto que eres valiente y hoy creo que eres temeraria y eso para alguien como yo es egoísta y simple. Por otro lado tu mente no es aburrida ¿de serlo como habría diseñado toda esta puesta en red? Incluso disfruto respondiendo palabra a palabra como tú querrías.


En el mejor de los casos soy un mercenario, hago lo que tengo que hacer a cambio de mi pago, mi recompensa, nada lo vivo y todo me mata. Lo prefiero a los falsos escrúpulos (sí, los tuyos) de alguien que dice creer y sin embargo duerme con un revolver bajo la almohada. No Bessie no soy tan fácil de engañar ni tú tan buena en mentir. Soy un hombre y es una lástima que no hayas visto uno antes.

He sido amable, la amabilidad es una causa y mucho más eficaz que derrocar gobiernos. Y la elegancia, bueno, se que sabes que no es una camisa negra.
Hoy se, una vez más, porque así como tu dudas, yo dudo de las buenas intenciones. No lamento nada en absoluto, ni los sueños, ni las palabras que dices uso como foco seductor. Ojala te lo quedaras todo y en un día después supieras lo de resistencia que había en ellas. Ten una linda vida Bessie Smith, acá no ha pasado nada; solo solitarios dándose cuenta que la soledad no ha sido una pena, sino una buena elección.

Adiós.


Las palabras son pequeñas para contarles lo que siento por este hombre cada vez que lo leo . Le tengo un inexplicable respeto, lo admiro de muchas formas, le guardo un cariño permanente,  de almas.  Gracias a él es que inicié un verdadero reconocimiento.

Debo decir con cierta pena, que no lo he hecho muy bien desde entonces.
Aunque lo he intentado con ahínco.

No es la primera vez  que alguien en su honestidad brutal me ha dejado sin habla, la verdad es que lo hago muy bien exasperando a la gente.

Sin embargo reconozco también lo que brindo y es esta parte de mi, tan amada que me salva de no juzgarme  duramente

En fin que los días ya pasaron y el ultimo reproche que me hice ha sanado con todos los cuidados.
La lluvia se fue, llevándose los truenos y convirtiendo mis recuerdos en tesoros.

Dios que es tan demonio ha puesto  a girar las ruedas del azar y a mover sus intrincados hilos , he llegado a este momento sin pensarlo,  nuevamente me siento ilusionada, decir esto requiere todo un análisis previo, soltarlo así , tan sencillo y al aire, es peligroso de variadas formas.

Me siento tan irresponsable.
 
Sobre todo cuando el motivo de mi encanto es - a pesar de mi resistencia- un muy volátil libra.

Mi historia con los libra es amplia , terrible, dolorosa. Pero ahí que estoy de nuevo, embarcándome en esas charlas interminables, esas bromas continuas , carcajadas compartidas, mi admiración por su destreza, su gusto por mi  locura, todos, todos los ingredientes,  el romanticismo de los cuentos felices que superan las distancias y se logran.

A mi favor debo explicarles que como ocurre normalmente  jamás soy yo la que busca a los hombres, son ellos los que aparecen en mi vida saltando todos los limites, ellos los que insisten en conquistar mi atención de las maneras más insólitas y encantadoras.

Así que como pueden comprender ninguna de mis advertencias - porque siempre sugiero - ninguna, ha sido correctamente persuasiva.

Ahora locos los dos, un poco esquizofrénicos, guardamos la idea puntual de cada día acercarnos un poco a la hoguera.

Todo iba bonito  hasta esta mañana, que me ha hecho escuchar  la canción de Sabina y luego ha hablado sobre  las mentiras, " es una canción muy cruel, pero prefiero el  dolor de las verdades, ese puede sanar , una mentira no", me ha dicho.

- me estás espantando, le contesté.

Dijo que sólo era un comentario.

-Sigo pensando que todas las relaciones deben basarse en comunicación, confianza y respeto.
Laborales, amistosas, amorosas.
concluyó





Fue entonces que reconocí como el miedo se iba colando entre nosotros . Sólo se colaba en mi? , me pregunté.

No he aprendido aún la forma correcta de brindar certezas, pero tengo  la idea de que se logra ahuyentando los temores.  Así que he decidido que debo ser muy valerosa.

Le dije la verdad, que yo no miento, y le he dicho también que no basta que tengamos  ilusiones, que hay que tener voluntad, que estaremos juntos en la sierra, en una cabaña, con fogata, besándonos  . Me ha devuelto una sonrisa y se ha ofrecido a llevar la comida a la cama.

Ya no tengo miedo, voy  a dar  sin pensar en recibirlo de vuelta. Voy a  disfrutar de esto que siento aún cuando sólo exista en  el presente,  tengo una certeza, y es que mis caderas no son más grandes que el universo, pero el amor que puedo dar logrará crear todo  un universo diferente.



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