Amigos

David contrató un mariachi, se puso guapo, compramos rosas que yo arreglé en un ramo hasta que quedó bellisimo,  hicimos una lista de las canciones , fue como trabajar, con la emoción de los eventos especiales pero con el sentimiento de que todo el futuro dependía de esta voluntad de pedir algo dulcemente.

A las doce llegaron, salimos de la oficina hasta Progreso, ellos nos seguían, la noche estaba tranquila, los perros ladraron pero nadie despertó, caminamos por la vereda y llegamos a  un columpio, David frente a todos con el ramo de flores cual bandera, valiente!, el mariachi rodeándolo, y atrás nosotros, sus mejores amigos.

Sabes una cosa...



Comenzaron a cantar , se prendió una luz, la del cuarto,
luego se apagaron todas
ella seguramente lo miro desde adentro,  se prendió la luz del baño

Se apagó.

Se encendieron todas las luces del patio de la casa.

 Anel salió
se abrazaron

Abracé a Daniel, eramos los testigos de la felicidad de nuestro amigo, los mirabamos emocionados, nunca como esta noche sentí esta extraña reconciliación, el pasado comprendido, el presente juntos , ahí, en la noche de serenata, una apuesta impulsiva, planeada, emocionante, una apuesta cuando ya no había más que apostar, una apuesta al otro,  una propuesta más, y entonces : la  esperanza, la espera

... el sí, con el futuro , el futuro abriéndole los brazos, tomándole la nuca amorosamente, el futuro "parándose de puntitas para alcanzarlo"  las posibilidades siempre, la creatividad perfecta del mundo, para todos .

 Me emocionaba saber que por fin David había resuelto su tristeza, me emocionaba pensar que estaba ahí tomando el brazo de Dandi, amigos, los tres,  reunidos en un acto de amor.
 Luego me puse triste.