La nada tiene un olor
no huele a nada
la nada es algo
en fin
debe serlo
porque esto que no siento
en la lengua
merece llamarse
de alguna manera
Hace ocho meses decidí no tener sexo durante 280 días y todas sus largas noches, era un especie de prueba , también un entrenamiento.
Al principio fue difícil, le hablé a Fernando apenada cuando no lo logré, habían pasado tres meses , me cuestionó mi flaqueza y me dijo "esta bien, volvamos a contar".
Hoy he cumplido seis meses ya. Hace seis meses que no toco a nadie. Que nadie me besa.
Es verdad que me siento diferente, todos se ríen, piensan que soy una especie de ex atea convertida al cristianismo . Les hago un poco de gracia y de fastidio.
Aveces me incitan, diviértete, no te reprimas, me dicen, yo solo sonrío. No, digo, porque ahora sé lo que deseo.
Quiero ser digna del amor de alguien que sea digno de mi amor.
Yo pienso en la voluntad, la que no se arrepiente. La que logra cosas con paciencia.
Pienso en la facilidad , en que cuando el camino es difícil entonces no es el camino.
Es extraño para mi todo esto. Yo que tan loca soy. Yo que desmedida incendiaba las naves todo el tiempo.
La gente me cree valiente por eso, jaja, pero no siempre es verdad.
Me gusta saberme, y construirme. Y ahora también disfruto mi soledad. Las playas desiertas, los caminos de piedra.
Mientras me pruebo, planeo otros vuelos, me han surgido deseos de estabilidad.
Una casa , una empresa, un apetito. Cosas que ya trabajo por conseguir.
Me siento redimida , cierta y tranquila.
No es sencillo, no, hay que sobreponerse a las cosas que se van .
Hoy Jim me ha dicho cosas bellas que me hacen creer , me siento como cuando teníamos doce años y nos compartíamos la fe entre e pasto del jardín y el cielo oaxaqueño que mirábamos.
Es mentira que no hay nada ya, mis deseos reviven cualquier anhelo y sabor.
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